El Rab Abraham J. Twerski en 1 minuto nos explica para qué sirve la ansiedad:
Cuando tenemos ansiedad, vamos al médico y nos da ansiolíticos, con lo cual “dormimos” nuestra señal natural y nos acostumbramos a depender de substancias externas. No digo que de forma puntual pueda ser necesario medicarse, pero sí recordar que ese síntoma es un indicador que necesitamos “algo” que no nos estamos dando:
- ya sea hacer las cosas de otra forma (tomarse más descansos, incorporar correctas horas de sueño, hacer deporte regularmente, aprender a gestionar emocionalmente ciertos problemas, por ejemplo),
- o hacer menos (renunciar a algunas actividades si tenemos la agenda llena, aprender a ser asertivos cuando no queremos responder a la petición de otro, por ejemplo),
- o ser más efectivos (usar nuestro tiempo de forma eficaz para tener más tiempo personal, pej).
Si nos empastillamos, ignoramos lo que necesitamos aprender en esa situación y, por tanto, dejamos de crecer.
Lo que ocurre a menudo es que solemos estar muy orientados al objetivo, a cumplir con nuestras responsabilidades (como madre, estudiante, trabajador…) con lo cual, estamos mirando hacia afuera, ignorando lo que nos está comunicando el cuerpo (dificultad para respirar, por ejemplo), la mente (por ejemplo, dificultad para concentrarse) o las emociones (como pej: sentirse desanimado o tener cambios de humor) mientras tratamos de ser competentes. Esas pequeñas señales son las que nos van indicando que paremos, o deleguemos o cambiemos.
Por tanto, la ansiedad es un aliado ya que trabaja para cuidarnos. Cuando le veas salir las orejas pregúntate que te está queriendo decir. Aunque parezca sorprendente, somos más sabios de lo que creemos.
Un abrazo y a cuidarse!!