Haciendo un seguimiento de estos mismos niños 15 años después, se vio que aquellos que se habían comido la chuchería, y se habían mostrado mas impulsivos tenían más baja autoestima y baja tolerancia a la frustración; aquellos que se habían resistido a comer la golosina, de jóvenes, contaban con mejores resultados académicos, mayor popularidad, salarios más elevados y menos problemas con las drogas que el 1º grupo.
Es decir, el autocontrol es clave para obtener buenos resultados en diferentes áreas de la vida. Si bien otras competencias gozan de mayor popularidad, como la capacidad de liderazgo, o de comunicación, la autodisciplina- aunque fundamental- parece ser menos llamativa. Quizá porque los valores actuales enfatizan un estilo de vida basado en la comodidad, la rapidez y la facilidad para obtener recompensas. Lo positivo es que, como cualquier competencia, es entrenable. Trabajando la fuerza de voluntad en un área, podemos desarrollarla y transferir esta capacidad a otras áreas diferentes.
Solo, pues, me queda desearos… ¡Que la fuerza de voluntad os acompañe! ;)
Fuente: Charlas Ted con Joachim de Posada