En este vídeo aparece un niño tartamudo, incapaz de leer un texto. Su profesor le propone una estrategia diferente y creativa. Mirad lo que pasa:
Una idea bien sencilla es lo que hace este chico: ha imitado la estrategia que le ha funcionado a otro (en este caso al rey Jorge VI, en la película El discurso del Rey).
La imitación es la forma más básica de aprendizaje. Los niños la utilizan de forma natural. Si oyes un niño pequeño imitar la pronunciación de su padre, verás que lo hace tan perfecto como el adulto. Ni sienten pudor por imitar a los mayores ni se juzgan a sí mismos por hacerlo peor o mejor. Como adultos, a veces desdeñamos este recurso porque nos parece un poco ridículo fijarnos en otros y “copiarnos” de ellos.
En mis clases, a veces me dicen que si esa persona lo hace bien es porque, seguramente, “se le dará bien” (como si el don le cayera del cielo). Está claro que cuando uno empieza a hacer algo nuevo, ni lo hace con soltura ni todavía se ha integrado como un recurso más, hace falta tiempo, paciencia y práctica.
Hagamos caso de Picasso, quien fue más allá y dijo que mientras los grandes artistas copian, los genios roban, concepto que también defendió el maestro Paco de Lucia.
No desestiméis ésta sencilla estrategia, ni dudéis en probar lo que hacen bien los demás. Como el niño del vídeo, puede ser una buena vía para superar dificultades y ampliar recursos.